El viento suave y cálido que antes acariciaba mi rostro ahora me azota sin compasión no se si fue el viento que bruscamente cambio de dirección, o fui yo que desvié mi camino, o posiblemente mi camino cambio junto con el viento, el paisaje muto y junto con el mute yo, mutó mi alma y mi mente siguen mutando, todo sigue igual todo a cambiado, las violetas de mi interior sueltan su fragancia como un suspiro, suspiro taciturno que grita un nombre que desaparece junto al viento, va y viene, susurra a mi oído y desaparece de nuevo, hiela mis huesos para luego arrojarlos al sol, bailo a su ritmo luego al mío, baila